MOVE | Reánima

reánima

La vida sonora de los objetos olvidados

Reánima es una obra que versa sobre la memoria de los objetos que quedan guardados y olvidados en los zaguanes de las casas, en cajas y armarios. Esos objetos que ya no usamos, pero que, sin embargo, no tiramos por algún motivo.

Avivar la huella que dejan en la memoria los objetos cotidianos olvidados para reanimarlos a través de la síntesis modular y la danza. Convertirlos en instrumentos musicales con los que bailar y contar historias.

Ejecutar arqueologías de lo cotidiano para activar y revisar nuestra memoria de los objetos y el entorno del que proceden. A través de su recolección, reubicación, descontextualización y reinterpretación nos invita a mirar, a acercarnos y a reflexionar sobre los objetos, sobre las relaciones que establecemos con ellos, sobre la historia de su lugar de origen y sus dueños.

Tráiler

Reánima es una propuesta artística donde la acción, el tiempo y la participación del público se articulan para bucear en el olvido y mostrar la realidad oculta de cada objeto, transgrediendo su utilidad inicial y proponiendo un nuevo sentido a los objetos más cotidianos.

Se utiliza el potencial como estimuladores y cómplices de nuevas acciones: conectar al espectador con su pasado y su presente de forma consciente; conectar un pasado, aún analógico y representado por esos objetos olvidados, con un presente que mantenemos analógico en los módulos de síntesis musical. Una visión positiva de la convivencia entre lo viejo y lo nuevo.

Investigación y metodología

Reánima nace de la residencia artística realizada en el pueblo de Aveinte, provincia de Ávila.

Durante una semana, el músico Fernando Leria, la actriz y bailarina Elena López Nieto y el director de escena y dramaturgo Ricardo Mena Rosado residieron en el teatro Adventium de esta localidad castellana, ubicada en lo que denominan la España Vaciada.

En el transcurso de esos días, los tres artistas recorrieron sus calles y campos conociendo a sus gentes y recopilando objetos que dormían en bodegas y zaguanes. En este ir y venir escucharon las historias de los habitantes sobre su pueblo, los objetos, el día a día en el campo, sus paisajes y sus costumbres.

Y simultáneamente a estos paseos y confidencias, el equipo artístico y técnico creaba en el teatro un espectáculo que otorgara una nueva vida a los objetos e historias escuchadas. A través de sintetizadores, solenoides y danza, los objetos recogidos se convirtieron en instrumentos musicales y detonantes de las historias recopiladas para representarlas mediante el baile.