Cada sesión propone secuencias de movimiento y pautas de improvisación que nos trasporten a descubrir nuevas calidades, texturas y energías en nuestro movimiento y capacidad de expresión. Construimos y aprendemos nuestra danza a partir de las sensaciones y vivencias corporales. No solo es un estímulo racional, sino una experiencia vivencial. Cada uno encuentra el camino hacia su movimiento, su relación con el espacio, su emocionalidad e imaginario.  

Al final de cada sesión cada persona compone su partitura coreográfica para bailar sus hallazgos. No se trata de imitar, sino de copiar desde tus propias posibilidades y entendimiento. 

La Poesía del Cuerpo está abierto a personas inquietas y curiosas en el movimiento y la expresión escénica interesadas en ampliar sus conocimientos o iniciarse. Requisitos: Tener un cuerpo.